La psicoterapia a domicilio surge como una alternativa para personas que, por distintas razones, no pueden trasladarse a un consultorio. Se lleva a cabo directamente en el lugar donde se encuentra el paciente  y se prepara un espacio seguro que facilite el proceso terapéutico. Este tipo de atención está dirigida a quienes han perdido facultades físicas o cognitivas, pacientes hospitalizados, personas en clínicas cerradas de adicciones o psiquiátricas, y a quienes enfrentan trastornos severos que dificultan su movilidad o adaptación a un entorno externo.

     También es útil en casos de adultos mayores, pacientes en cuidados paliativos o personas con crisis agudas que requieren acompañamiento especializado sin salir de su entorno inmediato. El objetivo es brindar apoyo clínico profesional, favoreciendo la continuidad del tratamiento, la contención emocional y la recuperación en condiciones más adaptadas a cada necesidad.